Me han pedido una colaboración en un conocido blog sanitario afincado en Chile y como no me puedo estar quieto ;), no me he podido negar... Esta semana (del 24 al 30 de abril) es la que utiliza la OMS para hacer hincapié en la importancia de las vacunas... pues de eso va mi post... de las vacunas y lo necesarias que son para todos por la llamada inmunidad de grupo.
La
inmunidad de grupo: los antivacunas nos perjudican a todos
Sabéis que me embarco fácilmente
en cualquier cosa en la que creo y en la que, aunque no sea experto, pueda
aportar mi grano de arena. En este caso se han puesto en contacto conmigo del
blog de MataSanos para
que participara en la semana de la vacunación que este año es del 24 al 30 de abril.
No es que esté en contra de
que haya días mundiales, semanas internacionales, etc. de concienciación sobre
algún tema, pero creo que sí las hay, es porque alguna carencia existe. Es más,
cuando la OMS lanza
la campaña de la Semana
Mundial de la Inmunización 2016 por segundo año consecutivo con
el lema Cerrar las brechas en
inmunización, y lo hace a bombo y platillo, me huele que en parte lo hace
por algunas “ovejas descarriadas” que hay.
Que la inmunización salva millones de vidas y está ampliamente aceptada es
un dato más que contrastado. No es una hipótesis, es una certeza. Se estima que
la vacunación evita entre dos y tres
millones de muertes en el mundo cada año. Hay casos
superlativos, como el de la
poliomielitis, donde la incidencia ha disminuido un 99% en los últimos años.
Con estas aplastantes
evidencias lo menos que se les puede llamar a los antivacunas es inconscientes,
temerarios y potencialmente peligrosos. Estos charlatanes de la pseudociencia,
muchos de ellos con clarísimos intereses económicos detrás de sus dañinas
arengas, están haciendo un daño irreparable a la sociedad y están atentando
contra la vida.
El tema es que están atentando
contra muchas vidas, no solo las suyas, las de sus hijos y las de sus acólitos.
Creo que hay un concepto importantísimo que no se suele considerar que es el de
la inmunidad de grupo que es aquel
por el que una vacunación masiva protege a los no vacunados de manera
indirecta.
La siguiente imagen del National Institutes of Health (NIH) y
publicada en Wikipedia
define perfectamente este comportamiento. En ella se muestra un brote en una
comunidad en la que algunas personas están enfermas (en rojo) y el resto están
sanas pero no inmunizados (en azul); la enfermedad se extiende libremente entre
la población. El cuadro central muestra la misma población en la que un pequeño
número ha sido vacunado (en amarillo); los inmunizados no se ven afectados por
la enfermedad, pero los demás sí. En el cuadro inferior, una gran parte de la
población ha sido inmunizada, lo que impide la propagación de la enfermedad
significativamente, incluso a personas no inmunizadas.
Resumiendo, que el no vacunar no solamente perjudica al
individuo en cuestión, perjudica a todos los demás que le rodean.
Por desgracia poco podemos
hacer ante esto los ciudadanos de a pie. Tenemos que sufrir la insensatez de
estos señores, teniendo limitada nuestra actividad, que no es poco, a proclamar
a los cuatro vientos que el no vacunar perjudica a todos, que es un daño
global, una arma de destrucción masiva.
Otro gallo canta cuando
hablamos de los gobiernos, ellos si tendrían el poder de poner fin a esta lacra
que nos perjudica a todos. Nunca he sido partidario de castigar para enseñar,
pero hay momentos en que se está jugando con el bien más importante que
tenemos, que es la vida. Hace nada salió la noticia de que el
Gobierno de Australia iba a retirar los beneficios sociales a los niños cuyos
padres no les vacunaran. Esto lo hacían por dos motivos: por
poner en peligro al propio niño y a todos los demás (la ya mentada inmunidad de
grupo) y por motivo económico, ya que está demostrado que las vacunas ahorran
dinero en posteriores tratamientos.
¿A qué esperamos en España y
en general en Europa para dar un paso firme en pro de la vida, esto es, en pro
de la vacunación?. Señores de mi gobierno (aunque ahora no está claro si
tenemos), señores de nuestros gobiernos, tomen
medidas contra los antivacunas que ningunean la evidencia científica y lo que
es peor, desprecian la vida.
Hablando de vacunas, dijo
Mario Benedetti que “contra el optimismo no hay vacunas” y como yo soy muy
optimista, espero que la razón triunfe y que las vacunas lleguen a todos.